sábado, 1 de marzo de 2014

descubriendo...


A veces, para que uno se de cuenta de las cosas, necesita que le pasen cosas diferentes que le saquen de su día a día, de la estupenda y tranquila normalidad de la que disfrutamos a tope. En la que encontramos nuestros momentos para todo, para cada pequeña cosa que nos llena en la vida.
Dicho esto, vengo de estar en Berlín y echar como nunca de menos a mis enanos. Allí me lo pasé fenomenal pero ocurrió, quizá mis emociones se van extremando, ¿me estoy haciendo viejo?
Tras ese estupendo viaje llevo 3 semanas de normalidad en Madrid, en casa, con la familia al 100%, bueno Teo por momentos al 200% y el jueves pasado operamos a Mara de vegetaciones.
Pese a toda la normalidad con la que fuimos y con la que se desarrollo todo, el verla sufrir (un ratito) así me abrían las carnes y pese a que no se podía notar, pasé un rato realmente malo, tratando de consolarla cuando tocaba. Al final lo conseguimos.
Y ahora estoy aquí sentado, viendo la película"Turbo" con Teo, en una secuencia en que unos caracoles salen a 100km/h y se ponen todos a chillar como locos, incluido Teo, el prota, que también es el nombre de mi hijo. Si le vieseis chillar y saltar emocionado como un loco entenderíais todo.
Todas estas reflexiones me llevan a una conclusión y es que estoy empezando a pasar a una nueva fase, donde los enanos se hacen mayores, les ocurren cosas nuevas, interactúan de manera diferente y sobretodo, en mi momento vital, lo siento de otra forma. Es lo que está ocurriendo. Hay que disfrutarlo, entiendo.

P.D.: Es curioso pero llevo 2 semanas haciendo muchas abdominales y he empezado de nuevo fuerza en el gym porque tengo que mejorar la zona media. Esto hará fundamentalmente que estabilice más mi cuerpo y seguramente mejore todo. Y todo porque creo que lo voy a necesitar, porque voy a ir más rápido y llegar más lejos, porque ellos lo van a necesitar. Y hace tiempo decidí que se lo iba a dar. 

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